Cuando este artículo sale publicado, niños y jóvenes, monitores y
sacerdotes, de las casas operarias de toda España estarán llegando a El Reguero
para comenzar los XV Campamentos.
A todos nos hace ilusión recibir un regalo… verlo todavía lejos, saber que
todo eso es para ti, calcular cuánto tiempo y dinero ha dedicado alguien a tu
cariño es una idea, una experiencia, que gusta verdaderamente. Ilusión,
sorpresa, nervios…
No todos los regalos son iguales ni los recibimos de la misma forma dependiendo
de quién te lo regale: hay regalos que los esperamos, otros nos sorprenden, y
hay quienes nos sorprenden con su regalo.
La cosa se complica un poco más cuando nos damos cuenta de que nos han
hecho un regalo después de disfrutarlo… o cuando nos damos cuenta de que no hemos sido capaces de disfrutarlo,
porque no nos gustó. ¡Qué experiencia más terrible es afrontar la cara de alguien
que esperaba un regalo de nosotros y se encuentra con las manos vacías!
No todos los regalos son iguales, es cierto, unos te los ponen delante y
otros están esperándote porque alguien lo dejó ahí para ti, y comienzan a ser
regalos cuando estás preparado para descubrirlos. Con la vida pasa esto mismo. En
nuestras historias personales se esconden multitud de regalos que por no venir
empaquetados o no costar dinero, no dejan de ser buenos regalos, aunque de
momento no los veamos así.
Estos 15
años de campamento han sido un regalo para nosotros, para todos nosotros. Una
sonrisa, un consejo, una palabra de ánimo, aprender, reír, llorar. Todo el
reguero es un gran regalo, al menos así lo he vivido yo, y creo que en parte
todos. Nos hemos regalado vida, aliento, ánimo, amistad, recuerdos, imágenes… y
tantas cosas. Jesús es uno de los regalos que hemos compartido durante estos
años. La experiencia que cada quien hemos hecho del señor es un verdadero
regalo. Pero… han quedado tantos regalos sin abrir en esta historia breve pero
intensa…
Este año te proponemos abrir regalos, regalos que la propia
vida nos hace. Te proponemos ser consciente de que eres un afortunado por poder
compartir la vida de los demás durante estos días y abrir caminos de encuentro
con todos los que formamos la gran familia de la Hermandad, de El Reguero. Un
encuentro contigo, que eres mi gran regalo, del mismo modo que yo lo soy para
ti. Es una pena: somos capaces de despreciar a alguien por no correr el riesgo
de conocerlo. Es un regalo que rechazas.
Sí, lo has adivinado la fraternidad
es un regalo por descubrir y además nuevo cada año. No creas… hay regalos
que no nos gustan nada a primera vista,
por el papel que emplearon en su envoltorio, y nos los perdemos.
Nosotros hemos buscado el mejor papel para ti, la historia… 10 momentos
estupendos para encontrarme contigo, encontrarnos, volvernos a ver riendo,
rezando y disfrutando de todo lo que estés dispuesto a compartir.
Estas historias envuelven muchos regalos, muchas sorpresas, muchas tardes y
mañanas de diversión, esta historia envuelve mucho por descubrir. Envueltos en estas historias queremos ser
este año tu mejor regalo… sólo falta que te decidas simplemente a abrir
los y a ser el mejor regalo para todos los demás. ¿Vas a venir a recoger tus regalos?
D. Antonio Peña
Director
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