viernes, 25 de noviembre de 2011

Despiértate | 1º de Adviento


Escuchaba hoy en la oración que ofrecen en RezandoVoy que, cuando se da la paz en las iglesias de rito bizantino, una persona dice “Cristo está en medio de nosotros”, y la otra persona responde: “está y va a estar”.
Desconocía esta tradición, pero contiene en la expresión toda la belleza y la grandeza de nuestra fe, y de este tiempo del Adviento.
Proponen desde la Pastoral Juvenil el tema “Ábreme la puerta”, y de eso iremos hablando en este tiempo. Y una primera invitación: ¡Despiértate! Mantente atento, en vela nos dice el Evangelio.
Miren: en este mundo hay dos tipos de tertulias. En unas se dedican a investigar y tratar como tema fundamental si tal o cual famoso ha tenido o dejado de tener una relación con este otro, o si en el corral o la isla de los famosos Jacinta a insultado a Melania. Y hay millones de personas que lo siguen con mucho interés. Algunos de estos pasarán por alto una noticia en televisión sobre el hambre que mata a Somalia entera, sobre las guerras aún encendidas en tantas partes, sobre las 2.000 personas que viven en la calle en una ciudad de 300.000 habitantes de nuestra España, o saber de qué va eso del comercio justo, o conocer que hay miles de jóvenes entregados a los otros, o enseñando catequesis en las parroquias, o jugándose la vida en los países empobrecidos, o… Les habrá también quienes, frente a esta realidad cercana, pasen el día preocupados por si los bancos tienen más o menos dinero, o si los mercados nos suben la prima de riesgo o la sobrina arriesgada… Es decir, que frente a los ruidos del mundo, que adormecen, hay otro mundo que nos pide que nos mantengamos despiertos. Porque entre todos esos hermanos y hermanas anda Dios pidiendo una mano.

Así que Dios llama a la puerta, sigue llamando, precisamente por lo que decía al principio: Cristo está en medio de nosotros, está y va a estar. Es un presente que siempre se construye, y por eso se convierte en futuro. Es una promesa ya realizándose, y es de eso de lo que nos habla el Adviento. Jesús nos pide en el Evangelio de este primer domingo de Adviento que estemos atentos. Donde está mi hermano late vivo un Dios que llama a la puerta para quedarse con nosotros. Y a mí siempre me enseñaron que dar con la puerta en las narices a alguien está muy feo. Y si es Dios, ustedes dirán.

Feliz Adviento.

Juan R. Gil

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