viernes, 31 de julio de 2009

Volvimos

Un saludo a todos.

El miércoles por la noche, tras una larga caminata, la expedición de la Fragata El Reguero halló el tesoro de los cien doblones de oro enterrado junto a la capilla, en el lugar de los futbolines. Cerca de los sitios donde siempre estamos juntos. Donde somos juntos.

Acabó así el curso 2008-2009 en el que hemos descubierto el regalo de la fraternidad, de saberse y sentirse hermanos y de actuar como tales. El Reguero 2009, seguramente uno de los mejores de los 11 que hemos tenido hasta ahora, ha sido lugar de encuentro, de sonrisa y de manos unidas. Ha sido derramadero de lágrimas, señal externa de un cariño profundo y un respeto enorme a lo que allí sucede. Un dato: dos personas distintas, muy distintas, un adolescente con problemas de autismo y otro típico de la edad, con melenita rubia y ademanes chulescos; lloraban en la puerta en la despedida. El primero le decía al segundo: "eres mi mejor amigo". El segundo lloraba por puro cariño, por el dolor de la despedida, pero sobre todo por sentirse querido por alguien así.

Un miembro de la Escuela de Verano escribía a su monitor (el que escribe), que todo lo del Evangelio era verdad y se hacía vivo en El Reguero. Campamento encarnación de una buena noticia que palpita dentro de corazones jóvenes que desean cada minuto estrechar la mano del que tienen al lado.

Los marineros de El Reguero tenemos algo que contar: hemos encontrado el tesoro y tenemos que gritarlo a los cuatro vientos, porque es posible vivir al estilo de Jesús o al menos sonreir al mundo intentándolo.

Un saludo y buena travesía.

Juan.

0 comentarios: