viernes, 22 de marzo de 2013

Llegar a ti | Domingo de la Pasión

Comienza la Semana Santa. El texto que hemos elegido hoy es el del evangelio para la procesión, al inicio de la celebración. Somos invitados por la liturgia a procesionar con Jesús agitando ramos. Hemos llegado a Él y hemos llegado con Él.

Jesús es recibido con palmas y ramos, poniendo los mantos en el suelo para que pisen él y quienes con él vienen. Y sin embargo él se aparece con su túnica, con el polvo del camino y montado sobre un borrico. “Rey de burros”, como recordábamos el año pasado en un cartel.

Jesús se puso a la cola en el bautismo, caminó entre pescadores y artesanos y cenó con pecadores, perdonó, trabajó, se ensució como uno de tantos. Y entra en burra camino de la cruz…

Llegar a Ti es, Señor, bajarnos de los tronos que nos hayamos creado, romper muros y ponernos también a la cola con nuestros hermanos. Y el camino a Ti es siempre este: venir a servir y no a ser servidos. Que haya servido esta Cuaresma para encontrarnos contigo y querer cruzar también la puerta de la Pascua de la Vida.

Migueli

Déjame Señor caer
caminando en tus caminos.
Déjame ir tras de ti,
aunque de ti no sea digno.
Por el polvo de tus campos,
déjame ensuciar mi piel,
quiero embarrarme contigo
antes que del mundo ser.

Déjame vivir contigo
siguiéndote hasta el final,
aunque en la meta no encuentre
el premio de ver tu faz.
El tiempo no habré perdido,
aunque no te pueda ver,
que aún de lejos quiero verte
y aun sin verte, gozaré.

No me importa caer
si caigo a tus pies.
No me importa perderme
si me pierdo en tus caminos.
No me importa condenarme
por pisar muy mal tu huella.
No me importa perderme
por mal beber tu vino.

No me importa la condena
ni el rechazo de mi amigo,
ni el juicio de la gente
de que siempre te engañé.
No me importa, no me importa,
si a pesar de todo vivo,
loco ciego o mal caído, pero detrás de tu fe...

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