miércoles, 7 de octubre de 2009

Dondequiera que vayas - Curso 09-10

Desconozco cómo define la Iglesia, si es que existe definición oficial, lo que es la Vocación. Sé que en latín es verbo, vocare, es la acción de llamar, el llamado, que dirían en Sudamérica.
A estas alturas ya lo sabéis todos: decía don Manuel que, de todos los caminos que podíamos escoger en la vida para desarrollarnos como personas, la única vocación cierta es que “no estamos destinados a salvarnos solos”.
Pues bien. En ese salvarnos-con-los-otros, la Hermandad quiere acompañar, allá donde se encuentre, en parroquias, colegios y seminarios; el discernimiento vocacional de la juventud, es decir, acompañar en los procesos de crecimiento a adolescentes y jóvenes, sea cual sea su primera opción de vida.
Durante estos 3 cursos (2008-09, 2009-10 y 2010-11) vamos a trabajar los tres pilares de la Hermandad: FRATERNIDAD (somosjuntos.hdad), EUCARISTÍA (el ‘darse a los demás’, el curso que viene) y, este año VOCACIÓN. Hemos escogido como lema un sugerente DONDEQUIERA QUE VAYAS. Sugerente porque fomenta que cada uno de nosotros terminemos la frase.

Queremos hablar de la vocación como misión. Es decir, que nuestra llamada es activa. Estamos llamados, ‘enviados’, a hacer algo, a no quedarnos parados ante los problemas de este mundo, a hacer posible y efectivo el Reino de Dios por el que el Maestro dio la vida. ¿Cuál es esa misión? Esto es lo que vamos a descubrir. Pero dejando claro que esa misión es siempre, dondequiera que vayamos, quienesquiera que seamos. Decíamos al discernir el lema que somos enviados “con estilo propio” (sin ánimo de emular campañas de El Corte Inglés). Es decir: dondequiera que vayas, sé quien eres, sé fiel, mantente atento, a la espera, a la escucha, dondequiera que vayas sé sus manos y su voz y su abrazo.

El cartel para este año: jóvenes que caminan, conozcamos o no las circunstancias concretas… caminan con otros, por donde les lleva la senda, caminan con sus mochilas al hombro, con lo que tienen y lo que son; caminan y se ve una mano al hombro, caminan todos: grandes, pequeños, chicos y chicas…

Este trabajo sobre la misión/vocación es una doble aventura para los que acompañamos grupos de personas y personas sin grupo: La primera, discernir nosotros mismos qué es la vocación, cuál es esa misión a la que el Padre nos llama, y ver en la fidelidad de nuestro ser cristiano el germen de toda vocación/misión.
Y la segunda: acompañar a los muchachos y muchachas en esa misión en los primeros años de su ser cristiano, ayudarles a discernir y a SER dondequiera que vayan.

Que la misión esté llena de alegría, con sonrisas y sueños. Ya sabéis que cuando un joven sueña, Dios sonríe.


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