Decir que sí a darse
es decir
que me amas desde antes,
desde siempre, para entonces.
E invitarme a mí también
a caminar y sufrir y dar y vivir.
Eres madre.
Decir que sí a darse fue atreverse
a llevar dentro de ti
al que vino a quedarse,
inmaculada, amable, admirable.
Siempre madre.
Y a ti, madre, vengo hoy.
Necesito que me abraces,
que me acojas
compartir y compartirte,
admirarte y, a tus pies,
decir que sí a darme.
Tú, mi madre.
0 comentarios:
Publicar un comentario