domingo, 6 de febrero de 2011

Sal y luz

Cuando el cielo amenace tormenta
y las nubes cubran el sol. Cuando
todo en esta vida tenga poco sabor.
Cuando digas demasiado
“no me apetece”, y no te rías tanto.
Cuando un niño que habla te moleste,
o los abrazos, o una canción.
Cuando solo sepas ver en mí lo negativo,
o en los otros, cuando solo digas “no”,
cuando no te ilusiones esa noche de enero,
o si te molestan las caricias o una sonrisa,
si hace mucho que no echas de menos,
cuando dejes de llorar en despedidas,
o se te haya olvidado como se dice te quiero.
Cuando pase todo eso, ponte en un espejo,
mira fijamente y di con fuerza “sal y luz”.

Sal de la que echaban las abuelas,
sal que da sabor, sal generosa,
de la que no sube la tensión.
Sal para los otros, que no olviden…

Luz de la que lucen las candelas,
de lámpara de aceite, de linterna,
luz en medio de la noche,
en el camino viejo que pasa por el bosque.
Luz para los otros, que no olviden…

Que no olviden que tú y siempre tú
estás detrás de todo esto,
luz y sal de la sonrisa,
sal y luz de una canción.
Quiero salir y salar, gritar y dar luz.
Luz y sal. Sal y luz…

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